Como en todos los lugares del mundo, Nueva York y los neoyorquinos tienen sus manías, sus cosas que hacen que sepas que estás en Nueva York. Si quieres convertirte en un buen neoyorquino, te recomiendo que leas entonces este artículo.
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El olor a comida en las calles
No hay nada que guste más a los neoyorquinos que ir comiendo y bebiendo por las calles, por lo que, sobre todo por el centro de Manhattan, proliferan los puestos ambulantes de comida, así que es típico que te llegue de repente un fuerte olor a comida al cruzar una esquina de una calle, un olor que para mí ya es característico de Nueva York pero que no todo el mundo lleva bien.
La velocidad de la gente por las calles
La gente de Nueva York está estresada, y lo demuestra en cómo va andando por la calle, siempre parecen que llevan prisa o que llegan tarde a algún lado, es una de las mayores diferencias que encontrarás entre los neoyorquinos y los habitantes de otras ciudades cercanas, como Boston o Washington DC. Si te vas a parar a hacer una foto, sé respetuoso con los carriles bici o te llevarás una reprimenda de alguno de los ciclistas, e intenta separarte un poco de la calle, o las hordas de neoyorquinos no tendrán piedad de ti y te llevarán por delante o te pasarán por encima como te descuides.
Eso sí, en contra de lo que piensa la gente habitualmente, los neoyorquinos son bastante agradables, y si te ven un poco perdido consultando un mapa es muy probable que se paren y te intenten ayudar.
Coger una línea de metro Express y no morir en el intento
El metro de Nueva York tiene dos tipos de líneas: Las locales, que van parando en todas las paradas, y las Express, que sólo paran en algunas paradas y se saltan otras. Por desgracia, tanto los metros locales como los Express suelen parar en los mismos andenes, lo que complica bastante moverte por el metro de Nueva York y hace que generalmente en tu primera estancia pagues la novatada: Cojas una línea Express y aparezcas dos o tres paradas después de donde pretendías ir.
Si te sabes mover con las líneas Express es una gran ventaja, porque se reduce muchísimo tu tiempo de viaje en el metro, pero hay que tener cuidado: Puedes saltarte en alguna línea hasta 6 paradas y aunque tu parada anterior sea Times Square, en la calle 42, la parada siguiente puede estar en Central Park, en la calle 72, a 30 calles de la parada anterior. Para utilizar el metro te recomiendo tener siempre a mano un mapa del metro actualizado, como el que puedes encontrar en nuestro artículo con los mejores mapas y planos de Nueva York para llevar en tu viaje.
El autobús, ese gran desconocido
Otra forma, para valientes, de moverse por Nueva York es utilizar el autobús municipal, sólo si llevas unos cuantos meses en la Gran Manzana te moverás bien con los autobuses neoyorquinos. Si vas cerca, normalmente los autobuses suelen bajar o subir por las avenidas, pero de repente pueden cambiar de avenida o coger una calle, terminar en ella y romperte todo el plan. Sólo los más intrépidos aventureros cogen el autobús, el mapa lo puedes encontrar en la web oficial de la MTA, pero te damos un truco: Hay una serie de autobuses muy útiles y que podrás coger “sin peligro”.
- El M42 es un autobús que sólo circula por la calle 42, comienza justo al lado del Museo Intrepid del Mar, Aire y el Espacio y la taquilla de Circle Line y finaliza en la ONU pasando por Times Square, Bryant Park y Grand Central Terminal, una buena forma de ir a ver el museo Intrepid o ir a embarcarte en el crucero al atardecer por Manhattan y evitarte los 15 minutos de caminata desde el metro más cercano.
- El M4 lo puedes coger en la Avenida Madison, a la altura del Met y te lleva hasta The Cloisters, que es su última parada, cruzando todo Harlem, tardando más o menos una hora, depende del tráfico. A la vuelta, el autobús entra por Central Park a la Quinta Avenida, baja por toda la milla de los museos de Nueva York y sigue por la Quinta Avenida hasta la calle 32.
Siempre se saltan los semáforos
Un neoyorquino no espera a que un semáforo se ponga en verde para peatones, en cuanto ve que puede cruzar o hay un atasco que impide moverse a los coches aprovecha para cruzar él. Es una actividad que no recomendamos practicar, así que cuidado con seguir a un neoyorquino cruzando y siempre mirar en qué estado se encuentra el semáforo, y mirar siempre a los lados por ver si, aunque los coches estén parados, viene una moto o una persona en bicicleta.
Ir haciendo eses por la calle
Y no, no significa que todos los neoyorquinos se pasen el día borrachos :-), en realidad es una forma de atajar y tardar menos tiempo en moverte por la ciudad. Dada la disposición de Manhattan, en cuadrícula, cuando llegas a un cruce de una calle tendrás probablemente abierto el semáforo de la calle o el de la Avenida. Un neoyorquino nunca espera, si va a 6 calles y tres avenidas aprovechará el semáforo que esté en ese momento abierto para cruzar y así conseguir ahorrar unos segundos en su camino, por lo que normalmente no irán nunca en línea recta, que sería la ruta pintada en azul, sino que irán haciendo eses y seguirían un camino similar al pintado en negro en la imagen.
Las próximas tendencias las verás por la calle.
Durante tu estancia en Nueva York fíjate en aquellas cosas que son raras y que no son usuales de ver en tu ciudad, es probable que dentro de 6 meses o un año sean tendencia y te las encuentres en tu vuelta a casa, y podrás decir aquello de “yo esto ya lo vi en Nueva York el año pasado”.
¿Qué cosas te parecen curiosas de los neoyorquinos?
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