Brooklyn es como una gran ciudad con sus más de dos millones y medio de habitantes: su extensión es enorme y normalmente sólo conocemos una parte muy pequeña del barrio, la que se encuentra situada justo enfrente de Manhattan, pero para los que tengan tiempo es un barrio que merece mucho la pena conocer. Hasta 1898 fue una ciudad independiente de Nueva York y eso se nota en una fuerte identidad en sus habitantes, a los que se les conoce como Brooklynites, y en su poco cariño hacía los habitantes de Manhattan, el día de la unificación es conocido en el barrio como El Gran Error de 1898. El nombre del barrio viene del holandés, y significa pequeña marisma.
Empezamos el día yendo en Metro a Coney Island, el lugar de playas más famoso de la ciudad. Para llegar a Coney Island, lo más sencillo es coger las líneas N, F o Q en Manhattan y bajarse en la última parada, Coney Island – Stillwell Av, tardaremos entre 45 minutos y una hora en llegar hasta allí.
Si salimos a la calle, justo enfrente encontraremos uno de los iconos de Coney Island: Nathan’s y sus famosos perritos calientes, su concurso del 4 de Julio para ver quien come más perritos calientes es tan famoso que se retransmite a nivel nacional, y ahí encontrarás un cartel en el que te indican los records y los días que quedan para celebrar el concurso.
Si nos dirigimos hacia el mar, saldremos enseguida al paseo marítimo de Coney Island, que tiene bastante extensión, y justo debajo se encuentra la playa, en verano lo veremos llena de gente. Si quieres tocar o bañarte en el océano Atlántico, esta es tu oportunidad, enfrente de Coney Island ya sólo te queda Europa a unos pocos miles de kilómetros.
Si nos dirigimos hacia la izquierda enseguida nos encontramos con otra de las atracciones de Coney Island, que hará las delicias de los más pequeños y grandes de la casa: El parque de atracciones de Luna Park, un sitio en el que puedes ir con tus hijos y dejarles que se expandan un poco, después de unos cuantos días de caminata por Nueva York. Eso si, hay que tener cuidado y comprobar si está abierto o no el parque antes de elevar las expectativas de diversión de los más pequeños de la casa: el parque de atracciones abre todos los días en verano, los fines de semana de abril-mayo a octubre y permanece cerrado el resto del tiempo.
Si seguimos andando, pronto llegaremos a otro de los iconos de Coney Island: The Cyclone, una montaña rusa de madera que tiene más de 90 años de historia, y que no será la más espectacular a la que te montes en tu vida pero en donde la diversión y el miedo está asegurando oyendo crujir a sus antiguas vigas de madera según pasamos con nuestra vagoneta por ella.
Justo al lado encontramos otro buen sitio para ir con los más pequeños de la casa: el Acuario de Nueva York, que fue destrozado por el huracán Sandy en el año 2012 pero que ya vuelve a tener el esplendor de antaño.
Cuando hayamos terminado el paseo es el momento de comer, en el siguiente destino será mucho más difícil hacerlo. En todo el paseo marítimos y en los alrededores encontramos todo tipo de puestos de comida, si no queremos esperar a la cola para probar los hotdogs de Nathan’s cerca del metro inicial, al que volvemos para cogerlo de nuevo, encontraremos también varios sitios de comida, como Totonno’s, un clásico de las pizzas de Brooklyn, o una sede de Grimaldi’s entre otros restaurantes de todo tipo.
A continuación cogemos la línea D, y haciendo transbordo a la línea R en la estación 26 St nos bajamos en la estación 25 St para llegar a nuestro siguiente destino, que se encuentra a una calle de distancia, el cementerio de Green-wood.
Como gran parte de los cementerios de Estados Unidos, este se ha convertido en un increíble jardín botánico, y en el cementerio principal de Brooklyn vamos a encontrar las tumbas de algunas de sus personalidades más conocidas, como Leonard Bernstein, Samuel Morse o Jean Michel Basquiat.
Nada más llegar al cementerio de Green-wood, pasamos el arco de entrada y a mano izquierda comienza una cuesta bastante empinada que nos permite ganar en altura y disfrutar de unas preciosas vistas de Manhattan pasando por el monumento a las víctimas del terrorífico incendio del Teatro de Brooklyn, de 1876, y desde donde tendrás unas preciosas vistas de la ciudad.
De camino a la tumba de Leonard Bernstein, situada en lo alto de la loma, es fácil encontrarla pues muy cerca encontramos una estatua de Minerva, podrás también contemplar además Monument To 148,000 Soldiers, un monumento a los 148000 soldados neoyorquinos que combatieron en la Guerra Civil, y la Estatua de la Libertad al fondo.
La visita al cementerio puede ser tan larga como queráis, dependerá del tiempo, pero sin duda es una zona muy tranquila por donde pasear y descubrir las tumbas de tus personajes favoritos de Brooklyn, un sitio con mucha paz y con espectaculares vistas de Manhattan.
Para terminar el día, vamos a irnos al centro de Brooklyn. Tenemos dos opciones:
- Ir a Prospect Park, el Central Park de Brooklyn, aunque mejor no llamarlo así porque los habitantes de Brooklyn están muy orgullosos de su parque y lo consideran mucho más bonito que el de Manhattan, cuestión de rivalidad entre los dos barrios 😊, y/o al Jardín Botánico de Brooklyn, dos buenos sitio para pasear y expansionar a los más pequeños de la casa disfrutando de su espectacular colección de plantas.
- Ir al Museo de Brooklyn, un desconocido museo con una gran colección de arte egipcio.
Al terminar, se nos habrá hecho de noche, justo el momento para ir a disfrutar de lo último del día de hoy: Ir a ver un partido de la NBA en el Barclays Center, que se encuentra muy cerquita: podemos ir andando, pasando por Grand Army Plaza, o bien coger el metro si estamos muy cansados, en dos paradas estaremos en el pabellón.
Esta es la casa de los Brooklyn Nets, y también es la sede de muchos de los mejores conciertos que se realizan en Nueva York, así que es muy posible que durante vuestra visita estén dando alguna cosa interesante. Para cenar, dentro del pabellón encontrarás cientos de puestos donde podrás tomar un trozo de pizza, un hotdog o similar, y en los alrededores hay un centro comercial donde también podrás cenar algo, preferiblemente antes del espectáculo. Aquí os dejo un vídeo donde podéis ver el pabellón por dentro, durante un partido de la NBA.
Y tras un día lleno de naturaleza, podemos volver en metro al hotel, es muy fácil encontrar una línea que te lleve directo a tu hotel desde el Barclays Center, tardarás entre media hora y cuarenta y cinco minutos en llegar al centro de Manhattan, y así dar por terminada esta jornada descubriendo alguno los sitios más desconocidos de Brooklyn.
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Mapa del día por Coney Island y Brooklyn
Aquí os dejo un mapa con la ruta aproximada que hemos realizado durante este día: